El Muac tiene una nueva
exposición que bien podría hacerle la competencia a Yayoi, la japonesa del
Tamayo. Cumple con esas cosas que llaman la atención del público: es colorida,
abarca un tema controversial, es grande y reúne a varios artistas interesantes.
Además, es muy “instagrameable”, algo
que se ha vuelto fundamental, tristemente, en las visitas al museo.
La exposición analiza y
juega con las teorías del color que rigen nuestras elecciones y forma de vida.
Logra ser una muestra bastante sarcástica y ácida. Te hace ver como estos
preceptos absurdos definen la distribución social basada en la exclusión a
partir de la pigmentación de la piel.
Me llamó la atención en
especial una pieza que define la palabra blanco y negro, según el diccionario. Te
das cuenta, desde ahí, de la pésima definición que nos han inculcado desde
pequeños sobre estas palabras que no deberían tener connotaciones racistas.
Participan: Alexander Apóstol, Kader Attia, Zach Blas, Yutsil
Cruz, Frente 3 de fevreiro, Rajkamal Kahlon, Anton Kannemeyer (el fue mi
favorito definitivamente), Pedro Lash, Vincent Meessen, Erick Meyenberg,
Daniela Ortiz, Juan Carlos Romero, Tracey Rose, Santiago Sierra y Roberto de la
Torre.
Sería importante llevar a
los niños para que tengan diversas aproximaciones positivas sobre temas como el
nacionalismo, la homogeneización, la explotación, el clasismo y los prejuicios.
Hasta el 7 de febrero de
2015. No abren los lunes y los martes.
Texto para el periódico MásPorMás. Léanme ahí todos los martes y jueves ;)
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