La National Gallery de
Londres solo tiene ocho miembros del colegiado, uno de ellos es Michael Landy.
Su nombramiento fue algo arriesgado, pues Landy nunca había agarrado el pincel
ni se consideraba un artista plástico con trayectoria en ese tema. Lo bueno es
que esta situación lo hizo darse cuenta de que tratar de hacer cuadros para
exponerlos junto a las obras de grandes maestros como Rembrandt y Rubens era
ridículo, así que comenzó a realizar unas súper estructuras barrocas, robóticas
y complejas que le dieron un nuevo enfoque al mundo del arte: la vida de los
santos; lo sacro, llevado a un estado emocional psicodélico y futurista.
Michael es una propuesta
viajada que te encanta o la odias porque ya se ha visto mucho de esto, pero es
importante saber que él ha sido de los precursores de este tipo de arte objeto.
Y viendo en retrospectiva la carrera de este artista, su decisión de trabajar
con las vidas de los santos parece un paso totalmente lógico. Es oscurón y
siempre se interesa por temas existenciales.
Michael Landy: Santos
vivientes, fue una exposición originalmente concebida para la National Gallery,
Londres; y ahora es presentada en la ciudad de México.
Texto para el periódico MásPorMás. Léanme ahí todos los martes y jueves ;)
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