lunes, 3 de mayo de 2010

René Magritte en Bellas Artes

¿Cuál será la diferencia entre lo que vemos, lo que sentimos y lo que creemos? Me da miedo analizar a Magritte por que sé que dentro de su pintura rompe con las líneas que establecen el significado y el significante. No me sorprende que lo haga. Tampoco me sorprende que tratara de encontrar un balance entre lo que sentía, veía y creía. Y es que si tu lado artístico se involucra con el poder de transmitir una idea, muchas cosas funcionan.

Dicen que la estabilidad psicológica se puede perder fácilmente y quedar gravemente marcado; aun cuando alguien ajeno decide fracturar nuestra existencia. ¿Cómo será cuando alguien tan cercano a ti, como tu madre, decide quitarse la vida? Estoy segura que este acto marcó gran parte de la percepción analítica que tuvo Magritte. Volviéndose un hipersensitivo al entorno que lo rodeaba, no marcado por un época, ni mucho menos por lo que existiera, sino por la adaptación y entendimiento que el le otorgó a los objetos jugando con las palabras. De la misma manera, el surrealismo, el juego de imágenes ambiguas y las palabras en cuestión nos invitan a preguntarnos, qué tanta cercanía existe entre el objeto pintado y el real.

Magritte estuvo inspirado por el movimiento dadaísta, y al igual que Tristan Tzara intentó crear un anti-arte; no involucrando los títulos de sus cuadros con el verdadero significado de ellos. Una oposición al concepto de razón. Pintura por encima de un título.

Encuentro a Magritte un gran interlocutor con su espectador más allá de un maravilloso artista plástico. Históricamente me parece muy importante, y si ustedes tienen la oportunidad de visitar esta exposición háganlo. Bellas artes los está esperando y los domingos es entrada gratuita.





Espacio lúdico "El mundo invisible de René Magritte ¡Visítenlo!