Hay un espacio maravilloso
dentro del MUAC que muy pocas personas conocen y aprovechan. Se trata del
espacio de experimentación sonora que está al final del largo pasillo de
entrada. Es un cuartito pequeño lleno de bocinas, con una acústica
impresionante. En él se reproducen instalación sonoras multicanal que envuelven
al espectador y lo hacen viajar a otros mundos. Algunas veces podrías apreciar
los ruidos del espacio, otras unas ondas muy industriales o podría tocarte algo
poético derivado de los sonidos de la naturaleza.
En esta ocasión la artista
Carole Chargueron, francesa, está exponiendo su trabajo en audio; una pieza
llamada Fonomicroscopía del DF. Esta obra de arte para los oídos se originó a
partir de su profundo interés por el paisaje sonoro. Los ruidos también dibujan
una especie de mapa. Y lejos de hacer explícita su procedencia, los libera de
su contexto y de la grabación original para entonces describir un universo
propio.
Ella propone un “retrato”
trazado con detalles sonoros registrados desde distintos sitios de la ciudad de
México, pero resignificados para el entorno acústico cerrado. Puede ser que
algunos de los ruidos que se compilaron te recuerden ciertas cosas o que otros
te confundan aún más. Pero resulta muy misterioso tratar de entender su
procedencia.
Este proyecto se lleva acabo
en el marco del XXXVII Foro Internacional de Música Nueva Manuel Enríquez, y
comisionada por la Coordinación Nacional de Música y Opera del INBA.
Hasta el 23 de agosto de
2015.
Texto para el periódico MásPorMás. Léanme ahí todos los martes y jueves ;)
No hay comentarios:
Publicar un comentario