martes, 22 de marzo de 2016

Vanguardia rusa. El vértigo del futuro

¿Qué cosas sabemos realmente sobre la cultura rusa? La gran mayoría debe ubicar las famosas matrioskas, el ballet Bolshoi, al escritor León Tolstói y la plaza roja de Moscú; no mucho más. Los que sepan más es porque han investigado o han ido para allá. Realmente no tenemos un vínculo importante con Rusia y son pocas las cosas que llegan a nuestro país que nos hagan entender mejor su cultura. Pero para el gusto de todos nosotros, al fin la embajada de éste país y nuestro gobierno se pusieron de acuerdo y trajeron una gran exposición sobre su cultura al Museo del Palacio de Bellas Artes. Para que de esta manera, los mexicanos nos involucremos más en el mundo soviético y no pongamos cara de what cuando nos mencionan Rusia.

La muestra ofrece de todo un poco: pinturas, esculturas, cerámica, carteles, películas, documentos, bocetos de vestuarios y documentos originales de más de 100 artistas consagrados del arte ruso. Un total de 500 piezas que una por una componen una enorme historia sobre una de las culturas más fascinantes del mundo.

Los soviéticos tienen una historia muy interesante en el arte con su vanguardia rusa que comenzó a revolucionar la forma de ver el arte desde 1890. El término cubre muchos movimientos artísticos independientes, pero intensamente relacionados como el Neo-primitivismo, el Suprematismo, el Constructivismo y el Futurismo. Tendencias políticas-artísticas que marcaron una época y la manera en que se concibió todo a su paso. Esto y más, se ve reflejado en las piezas elegidas para la muestra.

La curaduría corrió a cargo de Sergio Raúl Arroyo. Las más grandes mentes de la vanguardia como Malevich, Eisenstein e incluso Mayakovski, --quienes colaboran entre sí--, tocan muchos planos de la esfera creativa y elaboran un discurso que se divide entre lo artístico, lo político y lo estético.

Podrás ver obras tan famosas como el cuadro negro sobre blanco de Kazimir Malevich, el cual es considerado el manifiesto universal de la no figuración. Así como el célebre tríptico de Aleksandr Ródchenko, donde plasma los colores primarios. Todas ellas, obras que marcan la rebelión contra el arte del clasicismo.

No se la pueden perder.

Museo Palacio de Bellas Artes
Hasta el 31 de enero de 2016




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