miércoles, 4 de febrero de 2015

Top 10: lo peligroso de ser una persona impulsiva


No te avientes a los golpes antes de reflexionar tres veces en qué te estás metiendo. Tus impulsos te pueden llevar a terrenos peligrosos. Ten cuidado.

1- Hay cosas que se rompen y ya no se reconstruyen
Ten en cuenta esta frase cuando pelees con tu pareja. Recuerda que una vez roto el respeto difícilmente se recupera. No hables con groserías ni te lances al ruedo como toro enfurecido. Date la oportunidad de reflexionar antes de abrir la boca.

2- Te puedes meter en unos problemones
Sin darte cuenta, en segundos podrías estar involucrado en problemas sin salida. No tiene ningún caso correr ese riesgo por tu impulsividad. Regálale paz a tu vida. Detén tus reacciones de loco antes de que sea demasiado tarde.

3- Recuerda: la gente escucha lo que quiere escuchar
Hay dos factores que siempre están presentes y debes tenerlos en cuenta: la gente es muy ardida y dos, cada quien percibe lo que quiere cuando están en una situación tensa. Que tu impulsividad no detone lo ardido que puedes ser ni tampoco insultos innecesarios. Habla claro y sin ofender.

4- Jamás subestimes la ira de los demás
Actualmente hay muchas personas muy locas, no sabes a dónde los llevará su odio o sus resentimientos. Así que protégete, mejor no te metas en problemas. No generes estas emociones en alguien más. No sabes en qué puede terminar el asunto. Mantente al margen.

5- Tus reacciones te cierran puertas
Dentro de más aliados tengas en la vida, mejor te irá. No cierres oportunidades ni ayudas por tu impulso de abrir la boca y decir cosas innecesarias. Date la oportunidad de tener mucha gente a tu favor. Gánate una reputación de humildad y cordura.

6- Pierdes toda veracidad
Nadie cree ni apuesta por una persona impulsiva. De hecho es uno de los peores defectos que puedes tener porque no solo te involucra a ti, sino también a los que te rodean. Ten mucho cuidado con mostrar esta cara de ti mismo.

7- Cargas cruces innecesarias
La angustia y la preocupación que genera meterte en problemas de a gratis no lo vale. Tu impulsividad tiene un precio y ese puede ser tu paz espiritual. No la dejes ir por nada del mundo. Sin paz no hay vida.

8- Te tienes que justificar después
Qué flojera tener que estar buscando pretextos para justificar tus faltas de respeto y tus reacciones desenfrenadas. Ahórrate esta situación tan incómoda y controla lo que dices y haces. No eres un animal. No puedes decir “así soy y ni modo”. Eso no es válido.

9- No sabes separar lo profesional de lo personal
Cuando estos dos canales pierden su separación, he aquí un grave problema. No puedes reaccionar con tu jefe de la oficina como reaccionas con tu novio y no puedes hablarle igual a tus empleados que a quienes soportan tus malos modos. Aprende a ser una persona admirable alejando la impulsividad del terreno profesional.


10- No te das el tiempo para reflexionar dos veces lo que dices
La mente viaja a una velocidad impactante. No permitas que así como te surgen las ideas salgan de tu boca. Sobre todo cuando se trata de un momento de impulso. Analiza lo que vas a decir. Ten tacto, sé una persona sutil.

Texto para el periódico MásPorMás. Léanme ahí todos los martes y jueves ;)

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