El último teatro del mundo

El viernes fui a La Teatrería a ver una obra llamada “El último teatro del mundo”. La verdad, entré escéptica porque no soy fanática del teatro; pensé que pasaría una hora y media muy aburrida. Pero para mi sorpresa descubrí el montaje en escena más completo, complejo, imaginativo y hermoso que haya visto. Hacer algo como esto es arte y mucho más. Ojala fuera millonaria y pudiera patrocinarle una gira mundial a esta obra. Estoy segura que cada persona que la viera sería más feliz, tendría más imaginación y más amor por el arte.
Sí resulta todo un suceso…

El montaje está hecho por tan solo seis actores multitalento: todos saben bailar, cantar, hacer varias voces y caras, tocar instrumentos reales e inventados, operan marionetas y montan y desmontan el escenario. La coordinación de esta historia y el encontrar a seis personas con esa capacidad artística no debió ser nada fácil.

Su estética es rebuscada, llena de arte objetos complejos y con distintas funciones. Muy al estilo de Jean-Pierre Jeunet, el director de la película de Amelie. Resulta muy emocionante ir descubriendo cada una de las cosas que utilizan para contar la historia.

La trama cuenta el sueño de una catarina que quiere ser artista y contacta con personas extrañas y locochonas que la guíen en su camino hasta descubrir cuáles son sus verdaderos talentos. De manera paralela todos los demás también van descubriendo que unidos pueden ser su propio medio para plasmar arte. Que no necesitan un manager, a la televisión ni a alguien ajeno a sus vidas que decida si son capaces o no de entretener al público. Su metáfora sobre improvisar, hacer arte donde sea me parece muy importante porque en la actualidad cada vez hay menos artistas haciendo performance y obras callejeras. Se extrañan la improvisación y a los apasionados.

Hay boletos desde 450 pesos, sé que es una lana, pero muchos de ustedes han  pagado una millonada por ver obras espantosas y mal hechas como Wicked solo porque está de moda. En cambio este es un montaje independiente, súper elaborado y con una capacidad pequeña para recibir gente. Apuesten por las producciones pequeñas, no alimenten más monstruos. Esta recomendación va garantizada, es una maravilla.

Compren sus boletos en la página de la Teatrería: http://lateatreria.com
Hasta el domingo 2 de agosto.

Texto para el periódico MásPorMás. Léanme ahí todos los martes y jueves ;)