Aunque no lo crean, hay mujeres que en pleno siglo
veintiuno siguen dominadas por el marido. No dan paso sin antes recibir la
aprobación de su conyugue. Averigua si tú eres una de ellas.
1- Te vistes de acuerdo a
sus reglas
Tu look se basa en lo que él aprueba y en lo que no. En tu mente no está el
decidir por ti misma qué ponerte. Si te prohíbe las faldas cortas jamás usas
una. Si te permite los cuellos de tortuga: la mitad de tu closet son cuellos de
tortuga. Vives esperando su permiso en todo momento.
2- Cada decisión que tomas
está antepuesta por la duda de si le gustará
Te tardas en elegir hasta el color de tus uñas porque te detienes a pensar si
será un color que le parezca prudente. Es un hombre que se mete mucho con tu
aspecto físico e incluso llega a hacerte sentir fea si no le atinas a lo que él
buscaba de ti.
3- Le lames demasiado las
botas a tu suegra
Por lo general este tipo de hombres vienen de la mano con una madre metiche.
Así que no solo buscas la aprobación de él sino también de tu suegra. Eres
demasiado condescendiente. Le permites a esta mujer modificar tus hábitos,
planes y gustos. Bajas la guardia cuando estás con ella.
4- Le pides a tus padres un
tipo de comportamiento cuando están con la familia de tu marido
Piensas mucho en lo que su familia opinará de ti y de la tuya. Si se presenta
algún evento en el que mutuas familias se encontrarán mueres de estrés. Así que
prefieres prevenir momentos incómodos y les lees la cartilla a tus padres.
5- Asumes sus
irresponsabilidades como tuyas
No pagó la tenencia y es tu culpa por no recordarle que lo tenía que hacer. Así
vives, pensando que sus errores son algo que tú pudiste evitar. Pareces su
secretaria organizándole la vida.
6- Antepones a sus amistades que a las tuyas
Sus planes son primero, si el tiene una cena y tu tenías el cumpleaños de tu
mejor amiga: cancelas, y vas a la cena con él. No tienes las agallas para
decirle “comper me voy a mi plan”. Te da terror su reacción.
7- Le perdonas todo y vives
diciendo “así es él”
Justificas sus malos modos y sus reacciones extrañas. Crees que así es él.
Evitas encuentros con personas que lo puedan irritar y evitas hablar de ciertos
temas. Es una persona delicada y tú tienes que cargar con eso.
8- A la hora que él llega a
casa tu tienes que estar ahí
Imposible que estés en casa de una amiga y sea la hora de su llegada y tu te
quedes muy contenta platicando. En cuanto ves el reloj sales corriendo a verlo.
Puede molestarse si no estás ahí esperándolo.
9- Imposible hacerte un
cambio de look sin que él lo apruebe
La improvisación no está en tu panorama, si quieres modificar tu imagen tienes
que consultarlo con él. Así el cambio sea mínimo. Es importante que él decida
cómo te verás. Si tienes antojo de algo locochon y a él no le late lo descartas.
10- Jamás considerarías
hacer un viaje sin él
Aunque eres joven y todavía te faltan millones de cosas por vivir… no está en
tus planes hacer viajes por el mundo sin él. Desde que uniste tu vida a esta
persona todo gira en torno a él. Qué lástima, esos planes que tenías con amigos
hubieran resultado inolvidables. Es hora de que te preguntes ¿por qué te gusta
vivir así de limitada?
Texto para el periódico MásPorMás. Léanme ahí todos los martes y jueves ;)